Una auténtica joya de soul de 1970 en el sello Deluxe, vinculado con James Brown, primer y único álbum de la misteriosa cantante Marie Queenie Lyons.
Las canciones son una combinación de versiones, algunas de las cuales formaban parte de su repertorio en directo, como ‘Fever’ y ‘Try Me’, y composiciones originales co-escritas por el pianista Don Pullen, que dirigía a los músicos de sesión.
Nuestra reedición cuenta con una foto de portada alternativa e incluye un libreto con fotos raras, notas extensas a cargo de Andrew “Monk-One” Mason, incluyendo la primera entrevista hecha a la propia Queenie!
Quizá no sea casual que la canción más conocida de Marie Queenie Lyons se titule ‘See And Don’t See’. Frente a todo el reconocimiento y visibilidad que la canción ha tenido, las veces que se ha incluido en recopilatorios, ha sido reeditada y, sí, también pirateada, la propia Queenie ha permanecido oculta. ¿Cómo pudo grabar una cantante de Ashtabula, Ohio, uno de los mejores álbumes de soul y luego simplemente desaparecer del mapa y no volver a grabar o actuar de nuevo?
Queenie era una cantante talentosa y una artista por naturaleza. A los quince años estaba ya dando tres conciertos semanales en una sala local. A comienzos de 1962 Queenie se mudó a Queens, Nueva York, y pronto comenzó a actuar por toda la ciudad —uno de sus primeros contratos fue con Gene Krupa en el conocido Metropole Café de Times Square— así como también a girar con artistas establecidos como Fats Domino y Ray Charles.
Al año siguiente, Queenie realizó su primera grabación para una subsidiaria de RCA llamada Groove, acreditada a unos inexistentes “Shelley Shoop and the Shakers”. Sería su única presencia en vinilo hasta comienzos de 1968, cuando un sello de Nashvillle llamado Sims haría realidad el primer single publicado bajo su propio nombre, “A Minute Of His Goodtime / Good Soul Lovin’” A pesar de que hoy en día está buscadísimo por los coleccionistas de northern soul y lowrider oldies, no tuvo ninguna repercusión en la época ya que Sims se solía centrar en sonidos más típicos de Nashville.
Unos meses más tarde, Queenie se encontraba de vuelta en Nueva York, tocando versiones de R&B y pop con su banda, cuando una persona le pasó su tarjeta en un concierto. En ella se podía leer “James Brown Enterprises”. James Brown “era mi ídolo”, reconoce, y también alguien cuya perspicacia para los negocios y presencia escénica Queenie se esforzaba por emular.
Aunque Queenie acabó girando con James Brown durante solo un mes aproximadamente, cuando la banda llegó a Cincinnati a mediados de 1968, entró en los estudios de King Records a grabar lo que se convertiría en el álbum que tienes en tus manos.
Las canciones son una combinación de versiones, algunas de las cuales formaban parte de su repertorio en directo, como ‘Fever’ y ‘Try Me’, y composiciones originales escritas por el productor Henry Glover y el pianista Don Pullen, que dirigía a los músicos de sesión.
La canción que abre el disco, ‘See And Don’t See,’ fue también grabada por la cantante de R&B Maxine Brown, pero la versión de Queenie la supera con creces. “Soul Fever” es una obra suprema de soul y funk, con la poderosa y cautivadora voz de Queenie resultando magnética y atractiva, transmitiendo una sensación de urgencia imposible de ignorar. ‘Your Thing Ain’t No Good Without My Thing,’ ‘Your Key Don’t Fit It Anymore,’ y ‘I Don’t Want Nobody To Have It But You’ son tan funky y soulful como lo mejor de Tina Turner y Aretha, un comentario que no se puede hacer a la ligera!
El álbum fue aclamado por la crítica —el 10 de octubre de 1970, el Billboard lo destacaba como único disco con “cuatro estrellas” en la categoría de Soul— pero quizá debido al lío en Starday-King, cuya administración había cambiado varias veces en sólo unos pocos años, nunca logró llegar a un público más amplio.